Siguiendo el hilo del último post, queremos dar algunas alternativas educativas al castigo tradicional. Por eso, hemos juntado algunos consejos prácticos sobre lo que nos gusta llamar Disciplina Positiva y añadimos ejemplos para que sea más fácil ponerlos en práctica. El objetivo final es favorecer la comunicación y crear un clima positivo de cooperación y respeto.
Podemos poner en práctica estos consejos en el día a día con nuestros/as hijos/as:
- Mostrar confianza, con recordatorio: «He visto como en otras ocasiones has llevado los platos al fregadero, sé que puedes hacerlo».
- Ser creativo/a: «¿Qué ideas se te ocurren para recoger tu habitación?»
- Reconocer sus emociones: «Veo que te lo estás pasando muy bien. Es difícil parar de jugar porque haya que recoger. ¿Por qué no recojo yo los trenes y tú los camiones?», «Te has puesto muy triste porque nos tenemos que ir. Te lo estabas pasando realmente bien en el parque. ¿Qué te parece si volvemos otro día?»
- Compruebar que el niño/a nos entiende: A veces podemos dar por supuesto que nuestra hija o hijo nos ha entendido, aunque no sea así. Para evitar malentendidos, podemos comprobarlo, por ejemplo: «A ver, ¿qué se supone que vamos a hacer ahora?».
- Cooperación con posibilidad de elección: «Necesito ayuda y tú eres el mejor ayudante. ¿Quieres limpiar con música o en silencio?»
- Límites con posibilidad de elección: «Es la hora de irse a dormir. ¿Qué quieres hacer primero lavarte los dientes o hacer pis?»
- Ser directos mirando a los ojos del niño/a a su mismo nivel: «Es la hora de bañarse», «El tiempo de juego se ha terminado por hoy».
- Usar lenguaje no verbal: Apoyar nuestra mano en el hombro del niño/a, cogerle de la mano en dirección a los juguetes que han de ser recogidos. Sonría.
- Empoderar a nuestro hijo/a para desarrollar la confianza en sus propias capacidades. Por ejemplo, dándole la oportunidad de decidir el tiempo que necesita para terminar una actividad o para hacer algo que le hayamos pedido. Podemos utilizar la alarma en nuestro móvil. «¿Cuántos minutos necesitarás para acabar de vestirte?».
- Conectar y redirigir: «Trabajar juntos/as es más divertido. ¿Qué te gustaría que hiciera para ayudarte? ¿Qué vas a hacer para recoger?».
- En cuanto…: «En cuanto estés más calmado en tu silla, traeré la cena a la mesa».
Esperemos que estos consejos os sean útiles. No es fácil tenerlos en la cabeza continuamente, sobre todo cuando estamos cansadas o de mal humor. Pero si poco a poco los vamos poniendo en práctica, irán entrando en nuestro repertorio e irán conformando las bases de una comunicación más positiva y respetuosa con nuestras hijas e hijos.