¿Qué es el apego?

Desde hace ya muchos años se reconoce la relevancia que tienen las relaciones establecidas en los primeros años de vida de los bebés para los posteriores desarrollos social, emocional y cognitivo. El concepto de Apego, del que oímos hablar mucho en nuestros días, se refiere a esto, concretamente a cómo ha sido esa relación en el primer año de vida entre el bebé y su madre (o cuidador principal,) a la calidad de esta relación.

El niño/a emite conductas cuando necesita expresar algo, a través de miradas, sonrisas, llanto, tensión muscular, vocalización, agitación, etc. En función de cómo el adulto responda a esas llamadas comunicativas de petición de cuidados y afecto, se crea en el niño una forma de ver el mundo y las relaciones, se crea un patrón para comprender cómo son las relaciones humanas y cómo ha de comportarse para obtener la seguridad que necesita. Hablamos de «modelos operativos internos» (representaciones mentales o esquemas) de sí mismo y de los demás que dan lugar a expectativas y creencias sobre su propio comportamiento y el de los demás y con ello a guías de percepción y pautas de actuación, también de su vida adulta. Es el modelo que le va a servir para percibir e interpretar las acciones e intenciones de los demás y para dirigir su conducta.

Bowlby, la primera persona que escribió de forma extensa sobre el apego y su pérdida, se refiere a él como «un proceso de por vida, que empieza con una interacción reciproca entre padres e hijos»…»La manera en que las figuras de apego satisfacen o no las necesidades del bebé, le proporcionan seguridad, afecto, atención y cuidados, así cómo la manera en que se relacionan con él conducen al desarrollo de estilos de apego perdurables en la vida…»

Desde éstas relaciones cercanas duraderas se generan en él patrones de pensamiento, sentimientos y conductas que expresados en diferentes circunstancias constituyen la personalidad.

La figura de apego debería poder ser asequible psicológica y físicamente, Ainsworth (1971) describió las cuatro características positivas que permiten un mejor desarrollo en el bebé :

  • Sensibilidad frente a las necesidades del niño (no insensibilidad).
  • Aceptación del niño como persona integral en todos sus aspectos (no rechazo).
  • Cooperación con el niño para que pueda desarrollar su propia autonomía (no interferencia).
  • Accesibilidad o disponibilidad para el niño (no desatención).

Características de los diferentes estilos de apego:

Estilo de apego Características del bebé Características de las figuras de apego Adultos
Seguro Amado, eficaz, autónomo, competente. Disponible, cooperador, seguro. Reconocen sus necesidades. Seguros en sus relaciones interpersonales, identificando quién les hace daño para alejarse y quién les genera bienestar para acercarse. Seguros para dedicarse a aprender,descubrir y pedir ayuda cuando la necesiten.
Evitativo No se siente amado, pero tiene confianza en sí mismo. Desaprobador, incompetente.Muestra rechazo, hostilidad ante expresiones del bebé. No reconocerán sus estados emocionales o los inhibirán, sobretodo cuando sean negativos (miedo, angustia, malestar) sin pedir ayuda.
Ambivalente Subestimado,ineficaz, dependiente. Activa las conductas de apego casi constantemente lo que le impide explorar. Contradictorios, , atienden al bebé de forma impredecible para él en función de sus estados de ánimo y no de los del bebé. Cuando estén con sus personas queridas pueden sentir rbia pensando en el abandono ante conductas de separación normal, hipersensibilidad ante emociones negativas y expresiones intensificadas de angustia.
Inseguro-desorganizado Confuso ante el acercamiento, afecto cambiante. Lo que viven es caótico y no pueden responder de forma regular. Intimidador, inaccesible. Rechazo, hostilidad, intrusión.

CÓMO CREAR UN BUEN APEGO

Amar a sus bebés como deseen y les sea posible. Saber que la proximidad y la calidad de la presencia de los padres puede solucionar muchos problemas y reforzar los vínculos emocionales.

Fundamentalmente, atendiendo sus necesidades. Manera mutua, tierna y receptiva de manifestar amor e interés, construyendo una relación positiva.

  • ESCUCHA: Atiende las señales que manifiesta el bebé:
    • Llanto, es una de las formas en que se comunican los bebés y forma parte de un diálogo con sus padres. La forma en que se responda a su llanto tiene influencia sobre la relación y el vínculo . «El bebé no es un enemigo al que vencer, ni ignorar su llanto dejándole en un vacío emocional y retirarle el amor. Los bebés deben ser atendidos» Jean Liedloff.
    • Lenguaje corporal y expresiones faciales.
  • TOCA: el tacto es el primer sentido que se desarrolla dentro del útero y el último que perdemos al morir. Contacto físico cercano, tacto cariñoso- masaje infantil, le aportamos temperatura , confianza y seguridad. El contacto piel con piel libera en el bebé hormonas que generan un comportamiento afectuoso, cariñoso y empático y en la madre las hormonas que estimulan la producción de leche. Es una comunicación que el bebé reconoce inmediatamente.
  • HABLA. El bebé ya escucha dentro del útero, los latidos de su corazón y la voz de su madre. El tono de voz agudo que ponemos al dirigirnos a los bebés tiene efecto calmante y le transmite confianza y seguridad.
  • HUELE. Un recién nacido puede distinguir el olor de su madre del de otra mujer y los padres también pueden reconocer al bebé por su olor.
  • MIRA. Al nacer un bebé puede ver entre 18-30 cm, que es aproximadamente la distancia a la cara de la madre cuando lo está sosteniendo. El contacto visual es un gran elemento de comunicación y proporciona gran retroalimentación positiva.
  • SONRÍE. ¡La sonrisa es contagiosa! Se liberan hormonas que desencadenan emociones amorosas de unión, satisfacción y felicidad.
  • ALIMENTA. Estarás satisfaciendo sus necesidades nutricionales y de contacto.A pesar de que el proceso de apego se inicia y forja en los primeros momentos, nunca es demasiado tarde para crear vínculos positivos (pareja satisfactoria, maternidad, psicoterapia, ser conscientes, etc), el ser humano tiene grandes capacidades para sanar y superar diversas circunstancias de la vida.

Consejos prácticos sobre disciplina positiva

Siguiendo el hilo del último post, queremos dar algunas alternativas educativas al castigo tradicional. Por eso, hemos juntado algunos consejos prácticos sobre lo que nos gusta llamar Disciplina Positiva y añadimos ejemplos para que sea más fácil ponerlos en práctica. El objetivo final es favorecer la comunicación y crear un clima positivo de cooperación y respeto.

Podemos poner en práctica estos consejos en el día a día con nuestros/as hijos/as:

  • Mostrar confianza, con recordatorio: «He visto como en otras ocasiones has llevado los platos al fregadero, sé que puedes hacerlo».
  • Ser creativo/a: «¿Qué ideas se te ocurren para recoger tu habitación?»
  • Reconocer sus emociones: «Veo que te lo estás pasando muy bien. Es difícil parar de jugar porque haya que recoger. ¿Por qué no recojo yo los trenes y tú los camiones?», «Te has puesto muy triste porque nos tenemos que ir. Te lo estabas pasando realmente bien en el parque. ¿Qué te parece si volvemos otro día?»
  • Compruebar que el niño/a nos entiende: A veces podemos dar por supuesto que nuestra hija o hijo nos ha entendido, aunque no sea así. Para evitar malentendidos, podemos comprobarlo, por ejemplo: «A ver, ¿qué se supone que vamos a hacer ahora?».
  • Cooperación con posibilidad de elección: «Necesito ayuda y tú eres el mejor ayudante. ¿Quieres limpiar con música o en silencio?»
  • Límites con posibilidad de elección: «Es la hora de irse a dormir. ¿Qué quieres hacer primero lavarte los dientes o hacer pis?»
  • Ser directos mirando a los ojos del niño/a a su mismo nivel: «Es la hora de bañarse», «El tiempo de juego se ha terminado por hoy».
  • Usar lenguaje no verbal: Apoyar nuestra mano en el hombro del niño/a, cogerle de la mano en dirección a los juguetes que han de ser recogidos. Sonría.
  • Empoderar a nuestro hijo/a para desarrollar la confianza en sus propias capacidades. Por ejemplo, dándole la oportunidad de decidir el tiempo que necesita para terminar una actividad o para hacer algo que le hayamos pedido. Podemos utilizar la alarma en nuestro móvil.  «¿Cuántos minutos necesitarás para acabar de vestirte?».
  • Conectar y redirigir: «Trabajar juntos/as es más divertido. ¿Qué te gustaría que hiciera para ayudarte? ¿Qué vas a hacer para recoger?».
  • En cuanto…: «En cuanto estés más calmado en tu silla, traeré la cena a la mesa».

Esperemos que estos consejos os sean útiles. No es fácil tenerlos en la cabeza continuamente, sobre todo cuando estamos cansadas o de mal humor. Pero si poco a poco los vamos poniendo en práctica, irán entrando en nuestro repertorio e irán conformando las bases de una comunicación más positiva y respetuosa con nuestras hijas e hijos.

¿Es efectivo el castigo?

El método más extendido para intentar modificar o encauzar la conducta de un niño/a ha sido, y casi que podemos decir que sigue siendo, el castigo.

El motivo de que su uso esté tan extendido es debido a que es el método con mejores efectos en la conducta a corto plazo. Recíprocamente, los padres y madres se ven reforzados por su efectividad y lo usan más. Es decir, me sirve, pues lo uso. Pero lo que tenemos que preguntarnos es ¿realmente que aprende mi hijo/a con el castigo? ¿esos aprendizajes se mantienen a largo plazo?

Con el castigo no enseñamos una conducta alternativa más apropiada a nuestro hijo o hija, sino que le enseñamos a evitar o reducir esa conducta problema y por supuesto, a evitar el castigo.

Enumeraremos una serie de razones por las que debemos evitar el uso del castigo y optar por técnicas más positivas que iremos comentando detalladamente en entradas sucesivas de nuestro blog.

  • El castigo genera sentimientos de miedo entre padres e hijas.
  • El castigo produce conductas de huida y evitación respecto a la persona que castiga.
  • El castigo enseña a engañar, a huir, a escurrir el bulto para escapar del castigo, a hacer lo que quiere cuando no le vean, etc.
  • El niño/a aprende a comportarse agresivamente imitando el modo como se le trata. No olvidemos que los niños/as imitan todo lo que ven y oyen.